Y llegará el día de la fortuna. Sin lágrimas. Sin deseos tristes. Sin Pensamientos. Sólo un sentimiento cálido que embriagara y endulcirá tu corazón. Y aunque no lo creas, ese día llegará. ¿Sabes? ¿Sabes por qué?
Porque ese día ya lo estás viviendo.
Tú corazón latirá más deprisa con cada día que pase.